VENGAN... SÍGANME...

¿Alguna vez escuchaste “empieza por casa”? Bueno, a mí me ha pasado repetidas veces y hasta yo mismo me lo digo de ves en cuando. Pero esta frase tiene bastante sentido para un cristiano, de modo que cualquier gran sueño y cambios que queremos ver deben partir siempre de nuestro ejemplo. Tal como lo hizo Jesús con sus discípulos.




Marcos 1:16-20

Jesús llamó a éstos hombres a una misión.

No es que ellos no estuvieran haciendo nada, pues estaban trabajando en lo mejor que sabían hacer. Y les gustaba. Pero había algo muchísimo mejor, y aún no lo sabían.

Jesús les dice “vengan, mírenme, aprendan de cómo hago las cosas… déjenme enseñarles algunas cosas, pues quiero convertirlos en pescadores de hombres”.


Marcos 6:16-20
Jesús los pone en práctica.
Después de meses de entrenamiento, estaban siendo puestos a prueba.
¿Por qué quiere ponerlos a prueba? Quiere delegar responsabilidades.
Jesús estaba enseñando: “no es bueno que uno solo haga todo el trabajo”


Probablemente donde tú vives hay uno solo que está animado. Quizá en la iglesia estás remando tu solo. Quizá no te sientes acompañado en la carrera de la fe. Bueno, entonces puedes unirte en orar y ayunar, y confiar que Dios dará los trabajadores para su reino... Recuerda que Jesús lo hizo así.


Jesús inspiró el corazón de estos 12 hombres.
En ese tiempo, solo Jesús esta inspirado y lleno de fe. Pero dejó que ellos lo miraran y aprendieran.
Él transmitió esa inspiración. Dio el ejemplo.


Te imaginas??? Jesús trabaja fuertemente 3 años, muere, y luego los discípulos no hacen nada!... Pero Jesús delegó responsabilidades.

Estos sí que eran discípulos, pues tienen total disposición, total obediencia, confiaron absolutamente en lo que les mandaba que hicieran. ¿Te ves tú como éstos discípulos?

1 Corintios 12:4-7
Todos tenemos dones y talentos. Nadie se escapa de la repartida de dones de Dios. Cada uno recibió capacidades, talentos, dones.
Esos dones no debemos entregarlos al mundo, sino más bien son para engrandecer su reino.
Todos juntos podemos hacer algo grande.

¿Sabes qué dones tienes tú? ¿Le has orado profundamente a Dios para entender qué dones tienes?

Otra pregunta: ¿En qué te encuentras sirviendo en la iglesia?

Aprendí una gran diferencia entre las iglesias en el mundo y una iglesia que es de Cristo:
“Un discípulo es un miembro. Pero un miembro no es un discípulo.”

Una iglesia sana es cuando cada miembro pone sus dones al servicio.

Juan 13:3-15
Jesús se pone como un ejemplo.

Siempre ocurrió así, y de esa misma manera enseñó a los discípulos: “ustedes deben hacer los mismo”



1 Corintios 11:1; Filipenses 3:17; 4:9
¿Qué fue lo que quedó grabado en Pablo?... Un ejemplo!!


1 Pedro 5:2-3
¿Qué fue lo que quedó grabado en Pedro?... Un ejemplo!!

1 Juan 5-6, 11
¿Qué fue lo que quedó grabado en Juan?... Un ejemplo!!


Juan estaba muy animado, vivía dando un ejemplo y se los había enseñado a todos los cristianos, incluso a los que aún no eran cristianos.



Permítete preguntarte estas cosas, como lo hago:

¿Cómo está mi ejemplo personal?

¿Cómo está mi casa?

¿Qué tal mis oraciones? ¿Fervorosas? ¿Me anima orar?

¿Estoy buscando esas joyas en la Biblia? ¿Estudios bíblicos, devocionales?

¿Y qué tal mi conducta? ¿Enojos, paciencia, servicio?

¿Cómo está mi compromiso? ¿Dónde está mi agradecimiento?

¿Me preocupo por mis hermanos? ¿Cuánto me esfuerzo en servirles, amarles?



Todo el tiempo vemos cosas que no nos agradan en el mundo. Criticamos o decimos cosas que no nos gustan, o que parecen estar muy mal. Pero siempre debemos tener presente: “los cambios empiezan por casa”.



Que seamos personas llenas de esperanza, llenas de fe, llenas de amor para compartir con quien está a mi lado.

Que sigamos el ejemplo de Jesús.

Que lo sigamos y aprendamos a ser pescadores de hombres, es el deseo de Dios para ti y para mí. Que tu vida sea un ejemplo. Amén!

(Clase de Grupo Jóvenes. Jueves 12 Agosto 2010. Casa de Cibeles)